Guillaume de Machaut (c. 1300-1377) es el más distinguido poeta-músico de la Francia medieval, y probablemente de toda la Edad Media en general.
Representa la continuidad y culminación de la tradición de los troubadours y trovères a partir de su inmensa producción poética, buena parte de ésta en forma de canciones a una voz sola.
Gran parte de la belleza de esa producción fue puesta en función, al igual que sus antecesores en el género, de la temática del amor cortés. Su valor literario lo convirtió en una figura influyente sobre posteriores generaciones de poetas, dentro y fuera de Francia.
Por otro lado, es la figura preeminente del movimiento que sentó las bases del desarrollo musical de los siglos posteriores, el Ars nova.
Sus baladas, rondós y motetes son ejemplos exquisitos de la unión entre la palabra y una técnica de composición a la vez expresiva y cerebral, que utiliza recursos para la combinación de sonidos que, en varios casos, sólo se retomarían siglos después por las vanguardias del siglo XX.
Continuador y visionario, clérigo y diplomático, francés y paneuropeo, nació cerca de Reims.
Como secretario de Jean I de Luxembourg, Rey de Bohemia, recorrió extensivamente buena parte de Europa.
Fue testigo de asedios, batallas y pestes que cambiaron la cara del continente.
Sirvió a dos Reyes de Francia y hasta recibió al mismísimo Dauphine en su propia casa.
Finalizó su vida como canónigo en Reims, componiendo y supervisando los manuscritos de sus obras.
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